INVESTIGACIÓN PERIODÍSTICA
La insólita relación del
“espía” de la Casa Rosada
Con Santiago del Estero
Juan Manuel Illescas, el “periodista” acreditado en Casa Rosada que tenía pedido de captura por robo de ganado, y que fue detenido el viernes pasado cuando intentó acreditarse para la reunión del G20, tuvo un paso insólito por la provincia de Santiago del Estero y que hace presuponer que también incursionó con sus malas artes en otras jurisdicciones argentinas.
¿Qué fue? El ingeniero agrónomo Humberto Ramírez Arbo, quien denunció sus actividades como “cuatrero”, reveló que Illescas robó a la firma Nuevo Algarrobal S.A., de la familia Tomasevich, un total de 300 vacas y que tras una ardua investigación policial “al menos 200 de estos animales fueron encontrados en un campo santiagueño bien montado de la ciudad de Colonia Dora, al sureste de Santiago del Estero, de aproximadamente 14 mil hectáreas”.
Así lo publicó en su edición de este jueves 26, el diario santiagueño El Liberal (Grupo Ick). Ramírez Arbo dijo que “las vacas se cargaron con documentación fraudulenta y el acusado Illescas se las vendió a distintas personas. Lo que comprobamos que uno de los lugares donde más se vacas vendieron fue a un campo de Colonia Dora”.
El denunciante resaltó “la rápida actuación del juez” tras la actuación correspondiente. “Fuimos a Santiago, se allanó el campo y pudimos encontrar 200 vacas y las otras 100 no se lograron encontrar”, sostuvo.
Según la Justicia de Formosa, Illescas tenía pedido de captura por abigeato, incumplimiento de las normas de comercialización de ganado, in¬ cumplimiento de los deberes de funcionario público y falsedad ideológica de documentos públicos. Ahora se investiga si ofició de espía haciéndose pasar por periodista en la sala de prensa de la sede del Ejecutivo nacional.
Ramírez Arbo contó que realizaba un trabajo sobre provisión de agua para el ganado y fue cuando detectó el faltante de unas 300 cabezas y comenzó a investigar. “Él sobremarcaba los animales y cuando llegaba la orden de cargar las cabezas, sacaba dos por una. En otras palabras: subía un ejemplar al camión de la empresa y otro al suyo. Nos traicionó. Éramos compañeros y nos traicionó”, dijo el denunciante.
“’Colita’ le decían en esa época, porque tenía el pelo largo y se lo ataba”, señaló Ramírez Arbo. El cambio de look no le impidió reconocerlo cuando se popularizó la imagen de Illescas en todo el país. Gustavo Ick es el director del diario El Liberal.